sábado, 16 de marzo de 2013

Las Germanías de Valencia


Entre 1520 y 1522, al principio del reinado de Carlos I, las Germanías de Valencia produjeron un levantamiento en la región de Valencia que se dirigía,  sobre todo,  contra la nobleza local y los mudéjares que trabajaban en las huertas de los nobles. Al miso tiempo había movimientos parecidos en los Baleares.
La palabra germanías tiene la palabra “germá” como raíz y significa hermano,  hermanados en catalán-valenciano. Las Germanías era un grupo de artesanos valencianos, apoyados por los burgueses y el pueblo llano, que luchaba contra el poder y la represión de la nobleza en este tiempo. Sus motivos principales eran el alcanzo  de  la disminución de los impuestos y además se hicieron cargo de la organización y el control de los gremios del gobierno municipal e intentaron instaurar  un sistema en el que no se permitía el trabajo libre, sino solo el control por los gremios. Este grupo se llamaba la Junta de los 13, teniendo como líderes el moderado Joan Llorenç y después Vicente Peris, que era más radical.


Durante el reinado de Fernando el Católico los artesanos de Valencia adquirieron el derecho de amarse para poder enfrentarse de los piratas que atacaban la costas en esta época. Así que se podía realizar fácilmente  un levantamiento con armas por parte del pueblo lleno. En 1519 Valencia sufrió un ataque de peste,  por lo cuál muchos nobles huyeron de la ciudad.  La situación económica era difícil y, a partir de la ausencia de las autoridades nobles, los artesanos se manifestaron y empezaron, al principio de forma moderada,  de reestructurar el gobierno municipal. En 1520 las protestas se convirtieron en revueltas más radicales y sangrantes con luchas violentas en las huertas de los nobles y el incendio de la morería de Valencia. Hasta 1522 los agermanados fueron poderosos y ocupaban varios lugares del Reino de Valencia; el 23 de julio de 1521 Vicente Pires derrotó en Gandía al virrey de Valencia. Sin embargo, en  los siguientes meses el movimiento perdió su unidad y en 1522 las tropas del virrey alcanzaron entrar a Valencia y mataron a Vicente Pires y algunos de sus seguidores.     
En conclusión, las revueltas de las Germanías de Valencia eran, por una parte, un enfrentamiento contra la nobleza local y,  por otra parte, una lucha contra la religión musulmana,  es decir, tuvo un carácter social e ideológico. Es importante mencionar que las Germanías no estaban en contra de un estado monárquico ni de su rey,  sino contra la arbitrariedad de la nobleza local.

Bibliografía:
Libro
Blasco de Haro, Gracián, 19-?. Aspectos políticos de las germanías de Valencia [Manuscrito] / Gracián Blasco de Haro ; realizada bajo la dirección del catedrático Vicente Palacio Atar

Fuente electrónica
Gobierno de España Ministerio de Educación, 2013. La España del Siglo XVI. Disponible en: http://iris.cnice.mec.es/kairos/ensenanzas/bachillerato/espana/sigloxvi_01_03.html
[ Fecha de consulta 10-02-13]

sábado, 9 de marzo de 2013

La administración bajo los Austrias



La monarquía y el poder real
La organización político - administrativa durante el Medievo en los reinos de la península ibérica era una Monarquía, basada en dos principios los cuales son: La religión (el cristianismo) y el ordenamiento romano canónico. El origen de la monarquía española tiene lugar con la unión de las dos Coronas, Castilla y Aragón.  
Felipe II añade en 1580 Portugal hasta que se independiza en 1640.
 La Corona de Castilla integraba sus territorios mediante la accesión, excepto Navarra (era un reino independiente, añadido por voluntad de Fernando el Católico). Los Austrias ejercían en este reino un absolutismo y su poder era mayor que en el reino de Aragón.
La Corona de Aragón está formada por territorios independientes (Cataluña, Valencia, Mallorca) y respeta las instituciones y regímenes jurídicos de estos territorios. La forma característica del gobierno de estas tierras era el pactismo (Conceso). El gobierno de la Monarquía española se construyó en base a una diarquía (Isabel y Fernando gozaban de poderes análogos en los respectivos territorios) Pero a partir de Carlos I se considera la necesidad de una unificación institucional y jurídica del gobierno, que se manifiesta claramente desde Felipe IV.

El rey y la Corte
En la Corte se desarrollaba una importante burocracia. A partir del gobierno de Felipe II la Corte toma un lugar fijo, que podía ser Valladolid, Toledo o Madrid. También toman sede fija entonces los Ministerios y los Consejos. El rey recibe el poder de Dios como su representante en la tierra y tiene el poder legislativo, ejecutivo y judicial.
Secretarios, validos, consejos y juntas.
Para el gobierno y la administración del reino los reyes contaban con los secretarios (de Estado, privados del Rey o del Despacho Universal) de manera permanente con los consejos y de forma habitual pero con carácter ocasional con las juntas (creadas para resolver o tratar aspectos concretos). A partir del siglo XVII, algunos soberanos considerados débiles nombran a los validos, para desempeñar las tareas correspondientes del Rey. Durante el gobierno de los Reyes Católicos se desarrolla un sistema polisinodial o de Consejos. Los oficios eran concedidos a término (por un tiempo determinado), por vida (mientras viviese el beneficiado) y por juro de heredad (que se podía transmitir a los herederos).

Los Reyes Católicos y las reformas político – administrativas
Tiene lugar la creación de dos Contadurías Mayores y una Contaduría Mayor de las Rentas, consideradas como el primer órgano para un Estado Moderno. Además hay la creación de la Santa Hermandad para restablecer el orden público en el medio rural. Se crean nuevos órganos como la Inquisición o las Órdenes Militares desarrollando la polisidonia que continúa con los Austrias. También empieza un proceso de centralización a través del régimen de corregidores. Se emprende la reforma del Consejo Real que pasa a llamarse Consejo Real de Castilla.
La administración Central. El sistema de Consejos o polisinodia.
El Consejo Real de Castilla se constituye en un órgano consultivo de carácter permanente y con un número de consejeros fijo. Tiene un abundante número de competencias acumuladas. El Consejo de la Inquisición fue creado por los Reyes Católicos en 1488 con el nombramiento del Inquisidor General, Tomás de Torquemada.
 El Consejo de las Órdenes Militares se creó en 1498 tras el nombramiento progresivo de los reyes como maestres de las respectivas Órdenes Militares españolas de Alcántara, Calatrava y Santiago para su gobierno y su administración personal.
Por último se incorpora el Consejo de Navarra tras su anexión a Castilla en 1515. Sus competencias más importantes son las de gobierno y, en menor medida, la legislativa.
Durante la Edad Media se consolida la actividad ganadera transhumante al mismo tiempo que se institucionaliza el Honrado Consejo de la Mesta. Los ganaderos serranos transhumantes acumulan una serie de privilegios de los reyes como la libertad de paso, la conservación de cañadas y la protección de los ganados. La Santa Hermandad (creada por luchar contra el bandolerismo y mantener el orden público) estaba organizada en ocho provincias que administraba la Junta Suprema que después pasó a formar parte del sistema polisinodial como Consejo de la Hermandad.
La administración territorial. La delegación del poder.
La Corona de Castilla se encuentra organizada en merindades, adelantamientos y gobernaciones o corregimientos, al frente de los cuales se encontraba un corregidor nombrado por el rey. En la administración de los territorios de la Corona de Aragón se da una administración intermedia: las Veguerías (circunscripción militar, judicial y administrativa al frente de la cual se encuentra el veguer) y las Bailías (circunscripción sólo de carácter local). En el reino de Navarra se crean circunscripciones gobernadas por oficios. Este territorio se divide en Merindades.

La Casa de Austria. Continuidad y consolidación.
Para el gobierno, los monarcas escogieron fundamentalmente a nobles y eclesiásticos. Sin embargo, para la administración escogían a letrados, desarrollando así una importante burocracia que se fue consolidando con el tiempo. A ese cuerpo burocrático se podía acceder de dos maneras: mediante el clientelismo de quienes ya formaban parte del aparato burocrático o enviando memoriales por parte de quienes pretendían un oficio, haciendo valer su preparación universitaria. Carlos I y Felipe II consolidan el sistema de Consejos y crean el Consejo de Indias en 1524 (tribunal de apelación de todas las causas civiles y criminales de los territorios americanos). El Consejo de Cruzada es creado en 1509 tiene como objeto administrar esta contribución para la cruzada contra el infiel.
El Consejo de Estado surge durante el reinado de Carlos I siguiendo el modelo de los consejos secretos o privados que ya existían en Francia o Inglaterra, al cual estarían reservados los negocios de mayor importancia y las relaciones con las demás potencias. El Consejo de Italia fue creado entre 1556 y 1559 para dirigir la administración de los territorios de Nápoles, Sicilia y el Ducado de Milán. También se institucionalizan otros Consejos como el de Flandes, el de Portugal o el de Guerra. Por otro lado, los Austrias Menores (Felipe III, Felipe IV y Carlos II) gobiernan la monarquía con un valido o Ministro principal. Se mantiene el régimen de Consejos.

https://www.google.es/search?q=isabel+y+fernando+reyes+catolicos&hl=de&sa=X&tbm=isch&tbo=u&source=univ&ei=1BY6UcX6J4mT0QXExICgDw&ved=0CD4QsAQ&biw=1366&bih=664#imgrc=8-C500izeit5qM%3A%3BdPn_14emfUZwzM%3Bhttp%253A%252F%252Farquehistoria.com%252Fwp-content%252Fuploads%252F2011%252F10%252Freyes_catolicos.jpg%3Bhttp%253A%252F%252Farquehistoria.com%252Fcolon-el-empresario-ambicioso-y-luis-de-santangel-el-milagro-financiero-2651%3B330%3B420

sábado, 2 de marzo de 2013

ITALIA Y EL SACRO IMPERIO GERMÁNICO EN EL SIGLO XVI


Dos de las actuales potencias de Europa, Italia y Alemania, no llevan a cabo su unificación territorial hasta el siglo XIX. Hagamos pues un breve recorrido a lo largo de su historia para entender mejor las claves de su proceso de unificación y para conocer su distribución y política en un periodo concreto, el siglo XVI.


En Italia podemos diferenciar tres zonas: en el Norte hay una gran diversidad de formas de  gobierno como repúblicas, ducados y marquesados. En el centro, el Papa tenía el poder absoluto en los Estados Pontificios; por último, en el Sur se situaba el reino de Nápoles, cuyo dominio pasaría a formar parte de la Monarquía Hispánica a partir de 1504.
El ducado de Milán se queda sin sucesor al poder cuando Francisco María Sforza fallece sin descendencia. Es entonces cuando Carlos V nombra a su hijo Felipe II duque de Milán en 1540.
La república de Venecia estaba en manos de un gobierno aristocrático que ejercía su poder a través del Gran Consejo, encabezado por un dux. Consigue un gran imperio colonial que se extendía por las islas del mar Egeo y del mar Jónico y que se ve constantemente amenazado por la invasión otomana.
La república de Génova es la más débil desde el punto de vista militar y político. Primero depende de Francia hasta que en 1528 pasa a formar parte de la Monarquía Hispánica para garantizar de esta forma su independencia. Cuando se consigue finalmente la expulsión de los franceses del territorio, una aristocracia mercantil se hace con el poder con la proclamación de una nueva constitución.
La república de Florencia llega a su fin con la toma de poder de Cosme el Viejo, de la familia de los Medici. Se suceden entonces las constantes idas y venidas en el poder de los Medici hasta que la influencia española pasa a ser notable cuando Carlos V ayuda a Alejandro Medici a recuperar el poder.



Por otro lado, los papas que gobiernan desde los Estados Pontificios, toman parte de una forma muy activa en los conflictos que tienen lugar en este momento. De esta forma, el papa Leon X se enfrenta a la reforma luterana proclamando el Concilio de Trento. A los pontífices también les preocupa la hegemonía de España en Italia y, puesto que se fracasa en la expulsión de los españoles de Italia, el Papado intenta desde entonces mantener relaciones con Francia y España que garantizasen un equilibrio.
El reino de Nápoles estaba en manos de la Monarquía Hispánica desde 1504 gracias a su conquista llevada a cabo por Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán.





El Sacro Imperio Germánico estaba conformado por principados laicos y eclesiásticos, condados, ciudades libres… No existía un gobierno centralizado y los poderes del emperador estaban reducidos. Éste era elegido por siete príncipes electores, que junto con los representantes de la nobleza y de las ciudades constituían la Dieta, cuyas funciones principales eran la aprobación de leyes e impuestos y el asesoramiento del emperador.
Desde 1437, distintos miembros de la dinastía de los Habsburgo se suceden en el poder. Destaca el emperador Maximiliano que intenta llevar a cabo una serie de reformas que propiciasen el aumento de su poder en la Dieta de Worms de 1495. Sin embargo, sus reformas no salen adelante y Maximiliano presta mayor atención a aumentar los límites de su imperio a través del casamiento de sus primogénitos con los herederos de otras dinastías europeas.
De esta forma, a través del casamiento de la hija del emperador con el Duque de Borgoña, Maximiliano añade a sus territorios los Países Bajos y el Franco Condado. Asimismo, con el casamiento de su hijo Felipe el Hermoso con Juana de Castilla, el hijo de ambos, Carlos V, se proclamará rey de Castilla y Aragón.
Carlo V tiene que hacer frente a la propagación de las ideas luteranas durante su reinado. La Guerra de Esmacalda (1546 – 1551) estalla ante la negativa de los estados protestantes a acudir al Concilio de Trento. Finalmente, este conflicto se resuelve mediante la Paz de Augsburgo (1555) que determina la adscripción de cada territorio a su autoridad política.