INMIGRACIÓN
DE LA MAFIA ITALIANA A ESTADOS UNIDOS
Durante el siglo XIX y principios del XX miles de
italianos, en su mayoría granjeros y artesanos, emigraron a América en busca de
una vida mejor. La mayoría de estos inmigrantes eran respetuosos con las leyes
pero, como sucede con cualquier gran masa de gente, entre ellos también había
delincuentes que formaron guetos por
todos los estados del país (como el
de Brooklyn en Nueva York o Bruccolino,
que sería el más conocido) Sin embargo, el contexto en el que surge la mafia en
Estados Unidos sería diferente al de la original en Sicilia. Si bien ésta fue
producto de las clases sociales dominantes, en América fue, en palabras del
escritor Giuseppe Carlo Marino, ‘’el más
llamativo y organizado efecto de la violenta y cínica reacción expresada por
una particular comunidad étnica de marginados contra el sistema de una sociedad
también cínica y violenta, como era, precisamente, la americana’’.
Durante la década de los años 20, la ley conocida como
la Ley Seca prohibía la venta,
manufactura y comercio de bebidas alcohólicas en Estados Unidos. Algunos italo
-americanos se adentraron en el negocio contrabandista del alcohol, que estaba
en auge, convirtiéndose en sofisticados delincuentes y llegando a ser unos
verdaderos expertos en lavado de dinero, chantajes y contrabandismo. La mafia siciliana y americana eran entidades
distintas, si bien los americanos mafiosos tomaron algunas tradiciones
italianas como omertà (código de
silencio) y todos los códigos de honor y conducta importantes que prohibían
cualquier tipo de cooperación con las autoridades del gobierno.
ORGANIZACIÓN
DE LA MAFIA AMERICANA
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| Salvatore Maranzano |
A finales de la década de los años 20, tuvo lugar
una sangrante lucha conocida como la Guerra de Castellammarese entre dos
importantes gangs de la ciudad de Nueva York. En 1931, después de que la
facción dirigida por el siciliano Salvatore Maranzano fuese ganando poder, éste
se nombró a sí mismo ‘’capo di tutti cappi’’
(jefe de todos los jefes), en Nueva York. No contento con esto, Lucky Luciano
lo asesinó ese mismo año. Más tarde, Luciano se convirtió en el cerebro de la
formación de una organización central llamada Comisión que sirviese como una especie de consejo nacional de los
jefes de la mafia Americana pues, para entonces, ya existían unas 20
organizaciones de este tipo por todo el país. El papel de esta Comisión consistía en establecer las normas de
actuación de la mafia y mediar en los desacuerdos entre las familias.
JERARQUÍA
DE LA MAFIA AMERICANA
Por lo general, cada familia mafiosa americana
estaba organizada en base a una jerarquía en la que el máximo poder le
correspondía a un jefe, cuya autoridad era incuestionable y que recibía siempre
una cantidad del dinero conseguido en una operación llevada a cabo por un
miembro de la familia. Por debajo de él había un ‘’subjefe’’ y, por debajo de
éste, se encontraban los capos o
capitanes, cada uno de los cuales controlaba un grupo de 10 soldados más o
menos (eran hombres que habían sido reclutados en la familia) Cada familia
contaba también con un consejero. En el nivel más bajo se encontraban aquellos
que trabajaban para la mafia o tenían negocios con ella pero no pertenecían
como tal a la familia.
Para llegar a ser un miembro oficial de la mafia, había
que seguir un ritual de iniciación en el que la persona a formar parte de este
grupo tenía que pincharse el dedo y dejar que sangras, además de sujetar al
mismo tiempo la imagen de un santo ardiendo mientras que juraba lealtad. Ser de
descendencia italiana era un requisito imprescindible para pertenecer a la
mafia, aunque algunas familias sólo exigían que
fuese por parte de padre por lo menos. Además, los hombres, aunque no
siempre, para llegar a ser miembros oficiales debían cometer un asesinato. Ser
un miembro de la Mafia suponía un compromiso de por vida y por ello estaban
obligados a seguir todos los códigos de conducta y honor u otras normas como
nunca atacar a los miembros de su familia o engañar a sus mujeres con las de
otros miembros.
EL PODER DE
LA MAFIA EN EL SIGLO XX
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| Lucky Luciano |
Con la desaparición de la Ley Seca en 1933, la Mafia
desarrolló todo tipo de actividades, desde juegos ilegales, pasando por
préstamos de dinero cobrando intereses muy alto o prostitución. También
consiguió introducirse en negocios legítimos como la construcción, restaurantes
o la industria textil de Nueva York. La clave del éxito de la mafia fue
sobornar a oficiales corruptos y negociantes junto a los testigos y jurados en
los juicios. Antes de la década de los 60, algunos gobernadores, incluido el
director del FBI J. Edgar Hoover, se mostraban escépticos ante la existencia de
una mafia italo – americana extendida a lo largo del país y sugirieron que
estos grupos de delincuentes operaban estrictamente a nivel local. Como resultado
de este escepticismo, poco se hizo para conseguir frenar la expansión de la
Mafia durante este periodo.
Bibliografía:
-Carlo Marino, Giuseppe: ''Historia de la Mafia, un poder en la sombras''
